top of page

Victory. Strategic games for smarter companies

La automatización está siendo impuesta por decreto.

Actualizado: 29 may

Latinoamérica debe actuar ya mismo incluso contra todo pronóstico.



Latinoamérica debe actuar ya mismo incluso contra todo pronóstico.
Latinoamérica debe actuar ya mismo incluso contra todo pronóstico.

Hace unos meses, en una feria tecnológica en Austin, me acerqué a un representante de RIVIAN, la compañía estadounidense de vehículos eléctricos. En ese momento, aún no se habían anunciado los cambios globales en los aranceles, pero algo claramente se estaba gestando. Le pregunté —mitad predicción, mitad provocación— si se sentía afortunado de que el presidente Trump probablemente legislaría protecciones para compañías como la suya. Me miró. No dijo nada. Solo sonrió. Una mezcla de incomodidad y complicidad: ese tipo de sonrisa que siempre anticipa lo inevitable.

Esa sonrisa reveló más que cualquier informe oficial.


Porque lo que estamos presenciando no es una política comercial. Es una transición estratégica. Silenciosa. Inevitable.



Los aranceles ya no son herramientas diplomáticas. Son mecanismos de rediseño estructural. El objetivo no es proteger industrias, sino reconfigurar las propias condiciones de la producción. Forzar —sin declararlo— que la manufactura regrese al país de origen, pero sin personas. El futuro que se está formando hoy no es el de fábricas reactivadas. Es el de líneas de ensamblaje autónomas. Nodos de software industrial. Coreografías sin trabajadores.

La automatización estratégica está desplazando el propio concepto de trabajo. Y en este nuevo orden, el empleo humano ya no es esencial—no por crueldad, sino por diseño.

¿Lo inquietante? Esta transformación no ocurre por disrupción, sino por defecto. Los aranceles aumentan los costos de importación, las cadenas de suministro se relocalizan, los flujos de inversión regresan… pero nadie promete nuevos empleos. Solo eficiencia. Solo autonomía.

Este es el verdadero punto de inflexión: no se trata de otra revolución tecnológica. Es la primera ola de automatización impuesta por una política industrial.


Latin America: La ventana entre gigantes.

Mientras las potencias globales chocan y se reestructuran, América Latina enfrenta una encrucijada única: aceptar las proyecciones de bajo crecimiento que predicen su estancamiento… o aprovechar la oportunidad para moverse estratégicamente, contra todo pronóstico.

Sí, las cifras no son alentadoras. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) proyecta un crecimiento del PIB regional del 2,4% en 2025, impulsado principalmente por el consumo interno y una política monetaria más flexible. El FMI es más conservador, estimando apenas un 2,0%, citando factores globales como la incertidumbre política y comercial, así como la volatilidad en los precios de las materias primas.




Pero la verdadera señal está en lo que no se pronostica.


Porque mientras los grandes actores globales están distraídos con rivalidades geopolíticas y redefiniciones de la inteligencia artificial, se abre una ventana para quienes no están atados a las líneas del frente. No para competir con tamaño, sino con estrategia. No para replicar el viejo modelo industrial, sino para adelantarse. Para reinventar.

Los datos ofrecen una imagen más clara cuando preguntamos: ¿quién está listo para interpretarlos y actuar? En 2025, estas son las industrias con mayor potencial en América Latina:

Energía Renovable

En Colombia, se espera que la capacidad de energía limpia aumente un 36%, con $500 millones invertidos en proyectos renovables. En Chile, la inversión extranjera en energía creció un 131% en 2024, impulsada por grandes iniciativas de hidrógeno verde.

Banca y Fintech

En Argentina, la intermediación financiera creció un 30,2% interanual hasta febrero de 2025. En toda la región, se proyecta que las inversiones en tecnología empresarial —incluidos servicios en la nube e infraestructura de red— crezcan un 12% en 2024.

Entretenimiento y Medios

Gigantes como Globo, Caracol y TV Azteca siguen dominando los medios tradicionales, mientras que las startups de gaming ganan terreno con una audiencia digitalmente nativa.

Salud y Biotecnología

Aunque aún en etapa emergente, el sector muestra un fuerte potencial en México, Brasil y Chile, siempre que se aceleren las inversiones en investigación y desarrollo.

Otros sectores, aunque prometedores, enfrentan desafíos más pronunciados:

Telecomunicaciones – Carriers convertidos en tech companies

A pesar de las inversiones en infraestructura por parte de América Móvil, Claro y Movistar, la inversión en innovación cayó bruscamente en 2023 tras haber alcanzado su punto máximo entre 2020 y 2022.

Retail y Comercio Electrónico

Aunque Mercado Libre y Rappi siguen siendo líderes, la inversión en startups cayó un 63% en 2023 respecto a 2022, reflejando el endurecimiento financiero global.

Agroindustria Avanzada

El crecimiento dependerá de la modernización y adopción tecnológica, rompiendo con la dependencia de materias primas sin procesar.

Automotriz y Movilidad

En México, un arancel del 25% sobre importaciones de acero y aluminio impuesto por EE.UU. está impactando fuertemente a la industria automotriz.

Aeroespacial

Países como México, Brasil y Argentina están desarrollando hubs aeroespaciales. En Argentina, empresas como Mirgor y FAdeA han firmado acuerdos para el co-desarrollo de piezas aeronáuticas.


El Cambio Tectónico de la IA

En paralelo, la inteligencia artificial ha dejado de ser una herramienta de apoyo. Está convirtiéndose en la estratega. Ya no es la asistente. Es la decisora. La diseñadora de sistemas. La arquitecta.

El Marco de Madurez Estratégica de la IA ya está en marcha:

  • Asistencia Inteligente: La IA apoya, pero no decide.

  • Inteligencia Aumentada: La IA co-crea, bajo supervisión humana.

  • Sistemas Semiautónomos: La IA ejecuta tareas con revisión humana.

  • IA Autónoma (en dominios específicos): La IA toma decisiones limitadas sin intervención.

  • IA Estratégica Autónoma: La IA diseña, optimiza, aprende—y reemplaza. Por completo.

Esto ya no es especulación. Está ocurriendo—en silencio.Mientras debatimos sobre la ética de la IA, su inevitabilidad ya está codificada en los sistemas globales: presión de costos, fatiga humana, velocidad de procesamiento… y sobre todo, gobernanza débil.


Una Región que se Niega a Ser Definida por los Pronósticos

América Latina debe dejar de verse a sí misma como una superviviente resiliente del sistema—y comenzar a actuar como una constructora de uno nuevo.

No lo logrará con estrategias de copiar y pegar, ni aferrándose a los ciclos de las materias primas. Tampoco tendrá éxito celebrando su resiliencia mientras falla en planear su ofensiva.

Lo que se necesita es audacia. Marcos éticos. Alianzas creativas. Paciencia estratégica. Y una firme reacción contra las narrativas que tratan a la región como un pie de página en la historia global.

La ola de la inteligencia artificial no esperará. El mundo no esperará.Así que la pregunta ya no es si América Latina actuará,sino si se atreverá a moverse cuando nadie lo espera.


*The Age of Smart Tariffs: How Automation Is Being Imposed by Decree




 
 
 

Comentários


bottom of page